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¿Cómo elegir una caja fuerte ignífuga?
La función principal de una caja fuerte es garantizar la seguridad de documentos personales y objetos de valor. El modelo ignífugo añade una mayor protección gracias a su mejor resistencia al fuego en caso de incendio. ¿Qué funcionalidades son indispensables para garantizar la eficacia de una caja fuerte ignífuga?
Resistencia al fuego
La protección contra incendios de este tipo de cajas fuertes varía en función del modelo. La elección de la caja fuerte depende del uso que vaya a darle y de sus necesidades en materia de resistencia al calor.
Duración de la resistencia
Una caja fuerte ignífuga pasa por multitud de pruebas de laboratorio para confirmar su resistencia al fuego. La duración de la protección depende del tipo de aislamiento y de su resistencia al fuego. El aislante mantiene una temperatura constante en el interior de la caja durante un determinado periodo de tiempo. En una caja fuerte ignífuga, el tiempo mínimo de la protección antiincendios es de 30 minutos. Para disponer de una protección más elevada, suele ser preferible optar por los modelos estándar que resisten en caso de incendio entre 60 y 90 minutos. Por su parte, los modelos más eficaces ofrecen una protección que puede llegar a las 2 horas.
Tipos de protección posibles
La protección antiincendios de una caja fuerte ignífuga se adapta en función del tipo de objetos que se vayan a guardar en su interior. Los documentos en papel pueden resistir hasta una temperatura máxima de 170 °C y se destruyen a una temperatura interior de 178 °C. Los aparatos electrónicos como ordenadores portátiles, discos duros, DVD y pequeños equipos como memorias USB son mucho más sensibles. En estos casos, el sistema aislante de la caja fuerte debe activarse a partir de los 50 °C de temperatura. Dispone de una resistencia superior para evitar que el calor dañe su contenido. El precio de la caja fuerte puede variar según el nivel de protección a la temperatura.
Demás características de una caja fuerte ignífuga
Una caja fuerte ignífuga tiene una protección óptima contra incendios, sin por ello descuidar la protección antirrobo.
Estructura de la caja fuerte
Para poder asegurarlas, las cajas fuertes ignífugas deben cumplir los requisitos técnicos de las compañías de seguros. En especial, deben cumplir la norma NF-FIRE, que garantiza su capacidad de resistencia al fuego. Para ello, se fabrican con materiales especialmente diseñados para ralentizar la subida de la temperatura en el interior de la caja fuerte, con el fin de proteger su contenido de las llamas durante el mayor tiempo posible. Además, la estructura monobloque está hecha de un material indeformable. Lleva un blindaje de manganeso y, en algunos casos, unas bisagras internas que maximizan la seguridad de sus documentos, su dinero o datos confidenciales. Las cajas fuertes ignifugas de Hartmann pueden ser camufladas.
Elección de la cerradura
Cada caja fuerte ignífuga está pensada para proteger contra el robo sus documentos y objetos de valor. El cierre de la caja fuerte suele basarse en un cierre de pestillos giratorios. Para restringir el acceso a su contenido, puede tener una cerradura con llave con certificado A2P junto con una empuñadura de estrella. También tiene la posibilidad de elegir un modelo con cerradura electrónica, accesible mediante un código de usuario de entre 4 y 16 cifras. En todos los casos, se activa un sistema de bloqueo automático al cerrar la caja fuerte.